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En México contamos con una diversidad gastronómica extraordinaria, no solamente por los platillos de cada región sino también por los dulces representativos que forman una tradición culinaria mexicana, cada uno es único, particular y nos brindan sabores espectaculares, producto del mestizaje de elementos prehispánicos y españoles que se desarrolló durante la época colonial.

De repente ¿has tenido la necesidad de comer algo dulcecito? Los dulces aportan energía y si te preocupa cuidar tu dieta, la mejor hora para degustarlos es durante la mañana, así puedes gastar la energía excedente durante el resto del día, Sin embargo, hay costumbre de saborearlos después de comer, a mí se me antoja probar alguno y cómo es tan fácil conseguirlos en tianguis, mercados, en las plazas públicas o fuera de las iglesias, no puedo negarme a la tentación y ¿tú?

La lista de los dulces típicos de México es extensa. En esta ocasión, comentaremos tres de estas lindas tradiciones.

Glorias

Este dulce tiene su origen en el año de 1932, en la ciudad de Linares, Nuevo León, fue la Sra.  Natalia Medina Núñez, quien en un principio elaboraba los dulces llamados marquetas, no obstante, ella buscaba una versión que fuera más fácil y económica para obtener mejores ingresos, por lo que ingeniosamente creo un dulce elaborado a base de leche quemada, miel de maíz, vainilla y nuez, tuvo tal éxito entre los consumidores, que expresaban que “se sentían en la gloria”, por lo que se dice que la Doña Natalia decidió nombrarlas “glorias”.

Cajeta

Este dulce tiene más de 110 años de tradición, nació en la ciudad de Celaya, Guanajuato y en 2010, fue declarado “El postre del Bicentenario Mexicano”, haciendo honor a su historia, tradición y origen

Desde la época virreinal, se producían dulces de leche apoyados en la tradición española que usaban la leche de vaca, sin embargo, el difícil acoplamiento del ganado vacuno en nuestro país y la abundancia de ganado caprino, se empezó a sustituir la leche de cabra por la de vaca, iniciándose este cambio primeramente en la región del Bajío y en la antigua Villa de nuestra Señora de la Asunción de Celaya, dando como resultado una nueva receta con sabor diferente y sumamente agradable a la cual fue nombrada cajeta, también conocida como arequipe o manjar. 

Tradicionalmente la cajeta lleva una combinación de leche de cabra, azúcar, esencia de vainilla, canela y bicarbonato. 

La cajeta tiene usos múltiples, puedes utilizarla en rellenos y cubiertas de panes y pasteles, así como en gelatinas, flanes, nieves, crepas, entre otros. 

¿Sabías que…?

En la antigüedad a la cajeta se le conocía como “dulce de cajete de Tejamanil”, ya que en sus inicios se vendía en cilindros de madera y se denominaban cajetes. 

Ate

Tiene su origen en el estado de Michoacán, el cual tiene una larga tradición dulcera reconocida a nivel mundial; a través del Mercado de Dulces y Artesanías y el Museo del Dulce vigentes desde la época del Porfiriato ha logrado ser un referente gastronómico.

El ate es un dulce elaborado a base de la pulpa de frutas como manzana, tejocote, guayaba, zapote, mango, calabaza y zapote, pero principalmente predomina la de membrillo. La pulpa se cocina con mucha azúcar, lo que hace que la pectina se active y se forme una pasta que al enfriarse queda muy compacta. 

El maridaje del ate de membrillo con diferentes quesos ha resultado un clásico en nuestro país, el sabor saladito con dulce lo hace muy placentero, puedes comerlo como postre o aperitivo acompañado de un buen vino y disfrutarlo a cualquier hora del día.

El Ate cuenta con Denominación de Origen en Michoacán, con la marca Ate de Morelia, el Instituto Mexicano de la Propiedad la certificó como una firma colectiva para todo el estado.