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Continuamos esta historia y para ello es importante situarnos en los años 70.

Patricia, Eugenia e Irma, las hijas de Don Jorge, ya apoyaban en el negocio después de clases. Entre sus actividades se encontraba el etiquetado de mercancías, limpieza de los muebles y cuidar de la tienda, además de levantar pedidos en las tiendas de autoservicio, preparar la mercancía en la bodega y entregar en sucursales.

No quedaba fuera el área contable, ya que también llevaban a revisión las facturas, realizaban aclaraciones, si era el caso, y la cobranza. Los sábados, al ser los días con más clientes, eran días obligados de trabajo.

 

Por aquel entonces, ya se distinguía el menudeo (Plaza Oaxaca) del mayoreo (Bodegas Oaxaca) continuando este último su crecimiento, para lo cual se construyó el edificio de la Av. Circunvalación #27 en la colonia Atlántida, iniciando actividades el 29 de septiembre de 1980.

 

La década de los 80 marcó la transición a la cuarta generación. Don Jorge, decide retirarse y dejar en manos de sus tres hijas.

 

 

Los proveedores: un apoyo fundamental

 

“Gestionar adecuadamente la red de relaciones no sólo es importante para cualquier organización, también lo es para las personas. Queramos o no, todos los días nos relacionamos con muchas personas que ocupan diferentes puestos en el mundo empresarial y cuanto mejor lo hagamos mayores probabilidades tendremos de triunfar personal y profesionalmente, y más a gusto nos encontraremos con nosotros mismos. (Blanca Jiménez, 2012)”.

 

La base de nuestros proveedores está conformada por artesanos con talleres familiares pequeños y medianos, así como artesanos que cuentan con talleres semi industrializados, pequeñas fábricas, artesanos urbanos y artistas contemporáneos, que pertenecen a más de 200 comunidades indígenas distribuidas en más de 10 estados de la República Mexicana, incluida la Ciudad de México.

 

A lo largo de los años, han crecido con nosotros para poder suministrar volúmenes de 200,000 a 300,000 piezas y surtir a cerca de 400 tiendas en periodos determinados. Esto

implica trabajar las piezas con el tiempo suficiente para recolectarlos en las comunidades lejanas, almacenar los productos por 90 días y posteriormente, empezar a entregarlos en los centros de distribución.

¿Dónde hemos encontrado a nuestros aliados? La visita a sus comunidades, donde te reciben en sus propias casas y comparten contigo una taza de atole, café o pan es una forma. Otra es encontrarlos en las ferias, exposiciones, mesas de negocios y fiestas tradicionales de sus lugares de origen.

 

Gracias a su imaginación y la hermosa manera de plasmar con sus manos las ideas, es que pudimos alcanzar estos primeros cien años.

 

 

El reto de la venta al mayoreo

 

Trabajar con tiendas de autoservicio implica la disponibilidad de grandes cantidades de producto y buscar las mejores condiciones comerciales, negociando directamente con los compradores.

Las líneas que permitieron el desarrollo de Bodegas Oaxaca fueron las piezas de cerámica, barro y porcelana, así como el vidrio soplado y la madera. Cada uno de estos productos se trabajan semi industrializados, incluyendo siempre el trabajo manual o completamente a mano, con la ayuda de herramientas para moldear las preciosas artesanías.

¿Qué departamentos se surtían con nuestros productos? El departamento de jardinería, de accesorios para baño, para el hogar y por supuesto el de temporadas, que incluían Fiestas Patrias, Día de la Madre, anual de jardinería, el Buen Fin y Navidad, por mencionar algunos.

Dos duros golpes y el proceso de renovación

En el año de 1985, el sismo que dejó graves secuelas para la Ciudad de México, afectó al edificio de Tlalpan, lo que apresuró la decisión de remodelarlo para convertir a Bodegas Oaxaca en una tienda para decoración y regalos. Fue difícil porque la póliza de seguros se venció un par de días antes del terremoto.

 

El segundo golpe vino de la mano de la apertura comercial en México, en 1991, ya que entraron productos chinos con costos increíblemente bajos que influyeron en la salida del mercado de tiendas de autoservicio. Nos quedamos como proveedores para Comercial Mexicana en el departamento de jardinería. Y de 1992 a 1996 exportamos a Wal-Mart USA. 

 

En medio de este periodo, se adquirió la franquicia de Segusino, para incluir el mobiliario mexicano contemporáneo en nuestra oferta. Y un poco después, se toma la decisión de cambiar el nombre del negocio a uno que representara la producción y venta de artesanías de todo nuestro hermoso país, llegando así a lo que hoy orgullosamente llamamos Casa Mejicú.

 

¡Gracias por acompañarnos en este primer siglo de historia y de piezas elaboradas por las manos de nuestros artesanos mexicanos!