Durante su juventud vivió en la ilegalidad: fue un forajido, bandolero, asaltante de caminos, robaba trenes y a los acaudalados hacendados. En 1910, se integró a la Revolución, gracias a su popularidad entre la población, formó un grupo armado con vaqueros, rancheros y una minoría de ferrocarrileros y mineros, su lucha siempre fue en favor de los pobres y la justicia social.