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La lucha de las mujeres mexicanas a través de los diferentes procesos históricos, simboliza el valor de la justicia, sin embargo, el tiempo pasa, muchas de ellas han quedado en el silencio, en el olvido, algunas exigencias ocultas en la obscuridad de la noche, los anhelos por lograr mejores condiciones en los derechos de igualdad, hoy todavía no han tenido los frutos esperados, la discriminación de la mujer tiene raíces históricas y culturales difíciles de mutilar

¿Cómo fue la presencia de las mujeres en la Revolución Mexicana?

Francisco I. Madero hizo el llamado al pueblo de México para levantarse en armas para la tarde del 20 de noviembre de 1910, expresando la necesidad impostergable de un cambio en el poder, debido al descontento popular generalizado que prevalecía, provocado por las constantes reelecciones de Porfirio Díaz, la represión ejercida contra sus opositores políticos y los abusos cometidos contra las mujeres, las clases más bajas y trabajadoras; aun cuando el país logró modernizarse durante su mandato, esto provocó un aumento de injusticias y de desigualdades sociales, que se manifestaron con el surgimiento de diversos movimientos armados en varios puntos del país.

Miles de mujeres deciden cambiar sus roles de crianza y trabajo doméstico para integrarse a la Revolución Mexicana convertidas en soldaderas, adelitas, Marietas, alegradoras o en las marías, que acostumbraban caminar descalzas detrás de su hombre, por supuesto él a caballo o las peculiares cucarachas y roscas que eran las trabajadoras sexuales, logrando en ese momento, un papel significativo en los diversos escenarios en que participaron, aunado al trabajo colaborativo alineado de enfermeras, maestras, periodistas, entre otras, pensando que con el levantamiento de Madero y su apoyo, se alcanzaría una transformación real en nuestro país.

Grupos de mujeres, activistas e intelectuales dentro y fuera del campo de batalla

En primer lugar, las adelitas o soldaderas fueron consideras una parte esencial de la Revolución Mexicana, ellas se dedicaban a cocinar y lavar, marchaban junto a los hombres decididos a dar la batalla, llevando incluso a los niños y cargando los utensilios necesarios para su labor, otras hacían funciones de enfermeras o de soldado cuando era necesario, por su aptitudes podían conseguir el cargo de Generalas y encabezar un ejército, en esta categoría se encuentra Carmen Amelia Robles Ávila, quien combatió a los huertistas y era muy capaz en el manejo de armas y montar a caballo, sin embargo, no contaba con la aprobación de los hombres, por lo que decidió cambiar su nombre a Coronel Robles y vestirse como ellos para ser aceptada; por su parte, Carmen Vélez, llamada La Generala, comandó a 300 hombres que combatieron en ciertas zonas de los estados de Tlaxcala e Hidalgo.

A otras les correspondía estar al lado de los hombres durante una pelea, siempre listas para pasar las armas en el momento indicado y cambiar las usadas, servir de correo o hacer las compras, existen fotografías de diversas escenas donde las soldaderas se muestran limpiando y puliendo las armas y recogiendo los cartuchos, a los muertos les retiraban los fusiles; montando caballos, vestidas de hombre o en combate que dejan ver la valiosa participación de la mujer en el movimiento social y popular.

“Vivan las mujeres patriotas que hicieron la Revolución Mexicana”

Algunas más, se encargaban de la entrega de armamento y pólvora para los revolucionarios, Áurea San Martín, prima de Aquiles Serdán, distribuía armas entre los seguidores maderistas, fue encarcelada el 18 de noviembre de 1910 al ser descubierta en la entrega de un paquete de dinamita, posteriormente el gobierno reconocería su labor patriótica.

Entre las más notorias enfermeras, se contó con Sara Perales, se incorporó al grupo maderista en 1910 y estuvo a la cabeza del cuerpo de voluntarias, organizando la atención de hospitales de sangre, en Chihuahua; Celia Espinoza Jiménez, profesora, diplomática y enfermera, también se unió a favor de Madero, pero tras el golpe de estado de Huerta decidió integrarse a la Cruz Blanca Neutral.

En el caso de las mujeres periodistas, combatieron al régimen porfirista con críticas y consignas por medio de la prensa, asimismo, se dice que, fueron las encargadas de escribir las memorias de la Revolución Mexicana, entre ellas, mencionamos a las destacadas escritoras, fundadoras y dirigentes de periódicos como Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, profesora normalista, fundadora del Semanario Vésper, con la frase  “Justicia y Libertad”, en contra del gobierno porfirista y siempre al amparo de los trabajadores mineros; Elisa Acuña y Rossetti, quien escribía para el Excélsior  y el Duende de Veracruz y Hermila Galindo Acosta, maestra, periodista, política, oradora y activista sufragista, trabajó como taquígrafa y profesora, más tarde fue secretaria de Eduardo Hay y de Venustiano Carranza, sobresalió como miembro del Primer Congreso Feminista de Yucatán, puso todos sus esfuerzos para promover el voto de la mujer y lo logró.

Muchas maestras normalistas se convirtieron en revolucionarias y fueron muy activas, sobresale Dolores Jiménez y Muro al hacer conciencia en sus alumnos sobre las injusticias, organizó el Club Femenil Antirreeleccionista Hijas de Cuauhtémoc el cual derivo en Las Hijas del Anáhuac, que resultó ser el grupo más combativo, no solamente van a pedir igualdad política sino también la libertad sexual que causó gran espanto entre la población, además realizan la primera manifestación en contra de la 7ª. reelección de Porfirio Díaz.

Sara Pérez tuvo una actuación muy importante, era la compañera de Madero, lo acompañó durante toda su gira y padeció por la vida del presidente y del vicepresidente Pino Suárez, estuvo acompañando a Madero mientras estuvo en la cárcel para que no lo mataran, burlonamente le llamaron “el Sarape de Madero”. Madero y Pino Suárez fueron asesinados el 22 de febrero de 1913, en una emboscada planeada por Victoriano Huerta, quien inmediatamente tomó el poder. 

Al consumarse la revolución, las mujeres iniciaron la tarea educativa, retomando la labor que habían realizado a principios de siglo XX pero que ahora, sería el motor fundamental para cuando Venustiano Carranza estableciera su gobierno, así una vez promulgada la Constitución de 1917, las maestras pasan a ser el centro de la población y en las escuelas rurales, empiezan a enseñar a leer y escribir no solamente a los niños sino también a los adultos, dan clases de higiene y serían las únicas que tenían libros, lo cual les dio el privilegio de que se convirtieran en el centro de todos los proyectos.

Como se ha relatado, fueron miles de mujeres que se afiliaron a la Revolución Mexicana, continuaron incorporándose más y más durante el proceso revolucionario, los nombres de las mujeres aquí descritos, son solo algunos de las más destacadas.