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planta aromática), mezclada con chiles molidos secos; en ocasiones, agregaban un espumante natural proveniente de la planta suqir, una planta trepadora.  Era consumido por sacerdotes y utilizado en ritos especiales,  los aztecas se adornaban la cara con xocoatl; para curar la diarrea, recetaban una pócima a base de cacao, mezclado con el polvo de los huesos pulverizados de sus antepasados.

Los aztecas utilizaron el fruto del cacao como moneda, le denominaban “oro líquido”, se intercambiaban por diversos artículos y eran tributo de los pueblos sometidos.

Durante la conquista española, Moctezuma II, organizó grandes banquetes en honor a Hernán Cortés, incluyó la preciada bebida del cacao, el xocoatl, servida en copas de oro. El astuto español, escribió a Carlos I, de España: “Es un fruto, como de almendras, que venden molida tiénenla en tanto que se trata por moneda en toda la tierra y con ella se compran todas las cosas necesarias”, el mismo Cortés pagaba a sus soldados con cacao. Al ver que los granos de cacao tenían grandes atributos, decidió explotarlo comercialmente, creando plantaciones en nuestro país, fue el primero en exportarlo a España en 1528. Posteriormente, los españoles siguieron desarrollándolo en Venezuela, Trinidad y Haití, incluso lo llevaron a una isla africana occidental, de allí se extendió a Ghana en 1879. El cacao entra en Europa por España, con una amplia difusión a lo largo del siglo XVII, se anunciaba en las confiterías como la “bebida que procede de las Indias”, después se expande a Italia y posteriormente a Francia. Ya en Europa, el consumo del chocolate lo entienden como una mezcla, entre alimento y medicina; y surge la necesidad de cambiar su sabor amargo, lo endulzan y lo aromatizan con vainilla y canela, entre otros, en el siglo XIX, realizaron cambios físicos en su textura, lo solidificaron, creando muy diversos productos. Posteriormente, el producto endurecido es usado por diversas industrias como el de la pastelería, la chocolatera, la cosmética, entre muchas otras.

Las investigaciones arqueológicas avanzan y la información evoluciona

Estudios realizados por investigadores mexicanos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de las universidades de Columbia, Arizona, Yale, Wisconysin y Kennesaw, señalan que existe evidencia del consumo del cacao como bebida en nuestras tierras, mucho antes del año 1,500 a.C., ya que se encontró una vasija de cerámica, en el sitio sagrado del centro Manatí, ubicado centro del ejido del Macayal, en el municipio de Hidalgotitlán, Veracruz, México, junto a una gran cantidad de objetos suntuosos como hachas labradas en piedra verde, jadeíta, pelotas de hule, mazos de madera y varias estacas con la punta quemada, semillas de jobo, coyol, nanche, calabaza, huesos de tortuga y venado de cola blanca; fue datada mediante carbono 14, y resultó del año 1750 a.C., fue creada para contener bebidas como la “chicha”, (cerveza de maíz), chocolate o atole.

Un reciente estudio realizado por Michel Blake, arqueólogo de la Universidad de Columbia Británica, publicado en la revista científica Nature Ecology and Evolution, menciona que el cacao se originó en la selva amazónica, hace más de 5,300 años, en la cultura Mayo-Chinchipe, la evidencia surge durante una excavación en Santa Ana-La Florida, en Ecuador, encontró 25 objetos de cerámica, 6 de ellos revelaron residuos de granos de almidón, exclusivos del Theobroma Cacao  y también, 21 de piedra como los morteros, ambos grupos también contenían teobromina, compuesto químico de sabor amargo que se encuentra en altas concentraciones en las semillas o en la planta de cacao domesticada.

El responsable del proyecto en Zamora Chinchipe, Francisco Valdez, añade; “El cacao es amazónico y por algún mecanismo fue llevado a la zona de Centroamérica donde cobró una importancia cultural muy importante”.