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El corazón latiente y constante de nuestra ciudad

El Centro Histórico de la Ciudad de México, fue declarado el 11 de diciembre de 1987 por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad, por su riqueza histórica y cultural, es considerado como el más grande en toda América Latina y una de las capitales más pobladas del orbe, actualmente, figura como uno de los más importantes destinos turísticos del mundo y el principal destino de turismo cultural de México. 

¿Sabías que…?

El Centro Histórico de la Ciudad de México, ha sido catalogado por la Revista Forbes como el 4º. Mejor Lugar del mundo para comer, después de París, Roma y Tokio, ya que aquí se concentran los restaurantes y fondas tradicionales que preparan los mejores platillos de la gastronomía mexicana y de la cocina internacional.

En sus 668 manzanas y una extensión de 9.7 kilómetros cuadrados, puedes observar las ruinas de los cinco majestuosos templos prehispánicos mexicas y alrededor de 1,500 edificios, muchos de ellos considerados históricos o artísticos, entre los que se encuentran museos, templos, tiendas, teatros, centros culturales, hoteles, galerías y restaurantes, los cuales nos ilustra las transformaciones que han ocurrido durante los períodos prehispánico, colonial, independiente y contemporáneo. 

¿Sabías qué…?

El Dios Huitzilopochtli nombró a sus seguidores mexicas, los aztecas venidos de Aztlán, que fundaron México-Tenochtitlan y más tarde, México-Tlatelolco.

En el Templo Mayor ubicado en el corazón de la capital, considerado por los mexicas el “Centro del Universo”, se encuentran los restos del que fue el edificio principal de la antigua ciudad de México-Tenochtitlan, fundada en 1325 por los valientes mexicas, que tras un largo peregrinar, encontraron una espectacular cuenca, que alojaba en su seno a 5 lagos, es ahí donde se establecieron, se impusieron a los pueblos asentados en la orilla de los lagos y construyeron una gran civilización, fue el centro de la vida política y religiosa de esta sociedad, su gobierno llegó a ser tan poderoso que controlaba varios territorios cercanos. Más tarde, con la colonización, se convirtió en la sede del Virreinato de la Nueva España.

En 1521, los españoles fundaron la Ciudad de México sobre las ruinas de México-Tenochtitlan, actualmente Centro Histórico de la Ciudad de México. Durante las diferentes etapas históricas se edificaron grandiosos edificios públicos coloniales y otros, por citar algunos, como el Palacio de los condes del Valle de Orizaba, llamado Casa de los Azulejos en el XVI; la Catedral Metropolitana, por cierto, la más grande en toda América Latina, es considerada una joya de la arquitectura colonial; el Palacio Nacional, que aunado a su valor histórico y arquitectónico es el depositario de obras artísticas de grandes pintores, como los murales de Diego Rivera, que reproducen la historia visual de nuestra identidad nacional y es la sede de celebraciones tradicionales como el Grito de Independencia y el Desfile Militar del 16 de septiembre; el Antiguo Palacio del  Ayuntamiento,  tuvo una remodelación total en 1906, concluyéndose en 1930 con motivo del Centenario de la Independencia; el Palacio de Bellas Artes, una de las salas de conciertos más grandiosas del mundo, en su interior este edificio está decorado con murales de Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Manuel Rodríguez Lozano y Jorge González Camarena; el Museo Nacional de Arte, la Iglesia de la Profesa, donde se albergaron los jesuitas que llegaron de España en 1572 y quienes se encargaron de la labor educativa de nuestro pueblo; el Palacio de Iturbide, la Plaza de la Constitución, sede de los poderes y punto de reunión de la vida pública; los templos de San Fernando, el de San Hipólito, el Antiguo Palacio del Arzobispado, el Palacio de Minería, el de Medicina, el de Correos, que conservan retablos, obras de joyería y herrería de gran belleza; el Museo del Estanquillo, que resguarda uno de los museos de más reciente creación, donde se exhibe la rica y variada colección que recopiló durante 40 años, el escritor Carlos Monsiváis y que donó al pueblo de México.

La Torre Latinoamericana, cuya construcción se extendió de 1948 a 1956, es el primer rascacielos de la ciudad, en el piso 44 hay un mirador en el que se puede admirar una vista panorámica de toda la ciudad; se trabaja en el remozamiento de la Plaza de Garibaldi, un icono de la música mexicana a nivel mundial; y en el de la Alameda Central, considerada como el primer parque público de la ciudad del siglo XVI; entre otros. 

Ha habido un manifiesto interés de conservar el esplendor del Centro Histórico de la Ciudad de México, el cual no dejó de crecer y tener movimientos, con el paso de los siglos, se ha conformado como una de las más grandes, complejas y bellas ciudades del mundo.