A principios de 1954, tuvieron que amputarle la pierna por una infección de gangrena, esto la sumió en una gran depresión, escribiendo una de tantas frases profundas que le caracterizaba, “pies para que los quiero sí tengo alas para volar”.
A principios de 1954, tuvieron que amputarle la pierna por una infección de gangrena, esto la sumió en una gran depresión, escribiendo una de tantas frases profundas que le caracterizaba, “pies para que los quiero sí tengo alas para volar”.
Leonora regresa a Inglaterra en 1936 y comienza su educación como artista en la academia de arte Amédée Ozenfant en Londres, asiste a la primera exposición surrealista donde exhibía Max Ernst, ¡quedó fascinada! Un año después, con tan sólo 20 años de edad, conoce a Max Ernst, él estaba casado y era 26 años mayor que ella, se enamoran y se marchan a París, este evento provocaría el rompimiento de Leonora con su familia.
Leonora Carrington, fue una artista surrealista “innata”, considerada como una de las más importantes de la Historia del Arte, influenciada desde su niñez por cuentos de hadas, historias de criaturas de la mitología celta y leyendas contadas por su madre Maureen Moorhead, su abuela y su nana, así como por las lecturas de los textos de Lewis Carroll y Beatrix Potter; y por la convivencia con los animales que se encontraban en los extensos jardines y bosques que rodeaban su castillo neogótico.