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El primero en estudiarla fue Antonio de León y Gama, astrónomo y especialista científico, quien erróneamente la nombró Calendario Azteca por considerar que funcionaba como un reloj. Antonio de Montufar, segundo arzobispo de la Nueva España, la mandó a enterrar, ya que la concibió como una piedra de sacrificios y era costumbre de los españoles, destruir cualquier imagen de idolatría, sin embargo, León y Gama convenció a Montufar para que fuera exhibida en la torre poniente de la Catedral, por lo que fue empotrada en ese lugar, el 2 de julio de 1791.

Lamentablemente, al quedar a la intemperie por tantos años, sufrió las inclemencias del tiempo y los malos tratos de la gente que se acercaba; además, durante la invasión estadounidense de 1847, los soldados del Ejército de los Estados Unidos, la usaron para practicar el tiro al blanco.

En 1885, para proteger la escultura, fue puesta en la Galería de Monolitos del Museo Nacional (Antigua Casa de Moneda), finalmente en 1964, La Piedra del Sol fue trasladada al Museo Nacional de Antropología e Historia, donde preside la Sala Mexica, tanto visitantes locales como extranjeros dan cuenta de la grandeza de tan preciada pieza.

Sobre su contenido

Como hemos dicho, los mexicas labraron sus observaciones astronómicas de acuerdo a sus mitos cosmogónicos, así se observan las eras o soles, que están presentes en los cuadretes que rodean el rostro central de la piedra, que representa a Tonatiuh, el Sol. Fueron cuatro los soles de creación y destrucción por los que pasó el mundo y que lo habrían sustentado, para dar paso a la era del Quinto Sol, que es en la que actualmente está corriendo.

Los cuatro soles o periodos de tiempo:

• Primer Sol.  4 jaguar (Nahui Océlotl), tras 676 años, la primera era acabó al surgir de las entrañas de la tierra, esperpentos que devoraron a la gente y su alimento fue las bellotas de encina. 
• Segundo Sol. 4 viento (Nahui Ehécatl), tras 364 años, fortísimos vientos sacudieron la tierra e hicieron que los que no murieron, se convirtieran en monos. que se alimentaron del acecentli o maíz de agua.
• Tercer Sol. 4 Lluvia de Fuego (Nahui Quiáhuitl). Esta era tuvo una duración de 312 años y los que vivieron en ella, perecieron tras una lluvia de fuego o se volvieron guajolotes, su alimento fue el cincocopi.
• Cuarto Sol. 4 Agua (Nahui Atl). Fue la antesala de nuestro actual mundo, estuvo inundada durante 676 años y acabó cuando los que la habitaron, murieron aprisionados por las aguas y se transformaron en peces. 

La historia dice: al inicio del Quinto Sol, comenzaron a contarse los días del hombre y su alimento fundamental sería el maíz; además, en su carácter sagrado, era considerado como la esencia misma del ser humano.

También en el disco central, se observan los solsticios y equinoccios, ya que en la cosmovisión mexica no existían los puntos cardinales, solo el giro o dirección del planeta. 

Después rodea estos cuatro soles, un círculo con los pictogramas de los 20 días que conforman un mes mexica y comienza con el día cipactli. Rayos solares en forma de triángulos surgen del astro para alumbrar la tierra.

Finalmente, rodeando completamente al Sol, están las dos serpientes de fuego que lo envuelven, a su vez, lo transportan por el firmamento del oriente hasta el poniente. 

Un glifo 13 Acatl (Caña), ubicado en parte baja del monolito, en donde arrancan las dos serpientes de fuego, mencionan que puede tener dos acepciones: una referirse al año de su elaboración en 1479, lo que nos remonta a la época al Huey Tlatoani mexica Axayácatl, quien gobernó Tenochtitlan entre 1469 y 1481 y otra, indicar el surgimiento del Quinto Sol, como se lee en los Anales de Cuauhtitlán. De acuerdo a la cosmovisión mexica se augura que esta era del Quinto Sol, Ollin Tonatiuh, que significa Tonatiuhtlan de Ollin o Sol de Movimiento, tiempo en el que estamos viviendo, también habrá de desaparecer a causa de grandes terremotos y hambre.