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¿Sabías que…

El licor de Xtabentún nace de una leyenda maya?

En la tierra del faisán y del venado, los mayas dejaron su forma de ver el mundo a través de su historia escrita, los rituales, los cuentos, las fábulas y las leyendas, las cuales han contribuido a mantener viva la memoria cultural de este pueblo hasta nuestros días.

Se dice que, en la tumba de una mitológica mujer maya, surgieron infinidad de flores hermosas de un aroma sin igual, que dio origen a la hermosa Leyenda de Xtabay, la cual te contaré más adelante. Esta joya ha quedado inscrita en los libros antiguos de la cultura maya y es de allí que nace el licor Xtabentún, tan reconocido actualmente por su seductor aroma y gusto. 

En la antigüedad, los mayas lo utilizaban como bebida ceremonial, elaborándolo con la miel fermentada de las abejas que se alimentaban de la flor del mismo nombre Xtabentún, cuyo significado es “enredadera que crece en la piedra”, posterior a la conquista, los españoles le agregaron anís, ya que no les gustó el sabor original. 

La reconocida empresa Casa D’Aristi, lleva 86 años de historia produciendo la bebida icónica de Yucatán, el Xtabentún, se encuentra en el sur de la ciudad de Mérida, por son su constancia y esfuerzos, han logrado llegar a todo México y al extranjero, genera alrededor de 40 empleos permanentes junto a otros indirectos, también ofrece licores de coco y guanábana, así como también una variedad de rones. 

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¿Sabías que…?

Al ingerir las semillas de la flor de Xtabentún, puede causar una sensación de euforia y somnolencia.

Leyenda de la Mujer Xtabay

Hace muchos, muchos años, vivían en el Mayab, dos mujeres muy hermosas, Xtabay era una mujer que su pueblo consideraba maligna y la nombraron Xkeban (pecadora), pues bajo la sombra de una frondosa Ceiba, seducía con sus encantos a cuanto hombre pasaba por ahí, los atraía con cánticos, con frases dulces de amor, de ellos obtenía muchos regalos, para después perderlos o matarlos, los cuerpos destrozados de esos enamorados, aparecían al día siguiente con horribles huellas de rasguños, mordidas y con el pecho abierto por sus uñas que eran como garras, aun así, tenía un corazón noble y dulce, mientras que a Utz-Colel, la apreciaban y respetaban porque pensaban que era pura, buena, recta y limpia, que jamás había cometido pecado carnal, sin embargo, ella tenía un corazón frío y duro.

Xtabay, tenía un corazón tan grande como su belleza y bondad, alimentaba a los niños, los pobres y los enfermos, incluso de otras tierras; y cuidaba a los animales desvalidos con los beneficios de su actividad que decían ”impura”, a ella no le preocupaba aparentar otra cosa, vendía sus joyas y vestidos para ayudar a los desamparados, la insensatez del pueblo no la concebía de otra manera, la insultaban, la ignoraban y no reconocían su generosidad.

En cambio, Utz-Colel, era fría, dura de corazón y orgullosa, pese a que era egoísta y nunca se preocupaba por el bienestar de la gente, era admirada por todos como una mujer recta, de reputación intachable, ella les sonreía y se comportaba como una gran señora para que todos le creyeran.

Pasaron los años… un día la gente dejó de ver a Xtabay, su casa emanaba un aroma dulce muy agradable que se iba expandiendo por todo el pueblo, curiosos de lo que ocurría, se dirigieron a su hogar y a través de la ventana vieron el cuerpo inerte de Xtabay, rodeado de animales que la protegían, correspondiendo a los cuidados que ella les dio.

Al conocer Utz-Colel lo que estaba pasando, no pudo evitar los celos y la envidia que le provocaba tal situación, gritando que eso era una gran mentira, ya que de una persona como Xtabay sólo podría salir podredumbre y pestilencia y dijo que cuándo ella muriera, de su cuerpo escaparía un olor mucho más aromático y exquisito.

Al entierro de Xtabay fue muy poca gente, un día después en su tumba, empezó a desarrollarse una enredadera silvestre de donde nacían flores muy bellas y modestas, de olor exquisito y dulce que llamaron Xtabentún, a partir de ese momento se propagaría por todo el territorio.

Poco tiempo después, Utz-Colel murió y a su entierro acudió todo el pueblo, adornaron la sepultura con hermosas flores, al día siguiente todas estaban marchitas y de la tumba se desprendía un hedor insoportable, el aroma fétido y amargo de un cadáver putrefacto, el pueblo sorprendido, observó que crecía sobre la tierra, un cactus con espinas del cual brotaba una hermosa flor de olor desagradable como el carácter y falsa virtud de Utz-Colel, le llamaron Tzacam.

A través del tiempo, esto es lo que el maya ha trasmitido en el tiempo, sin modificación alguna, como es su deber para conservar la memoria