Hace más de 1000 mil años, el Ajolote o Axolotl, del náhuatl: Atl, “agua” y Xólotl, “monstruo”: monstruo acuático, anfibio caudado del género Ambystoma mexicanum, endémico del sistema lacustre del Valle de México, tenía una importancia divina en las costumbres y la mitología prehispánica azteca, lo vincularon con la creación del Sol, la Luna y la fundación de Tenochtitlán. El Axolote reinaba en todo el inmenso lago donde se asentaron los nahuas, sobre troncos, raíces y lodo.