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La base de la alimentación de las comunidades mesoamericanas era el maíz, del cual han derivado infinidad de alimentos y bebidas que orgullosamente, hasta el día de hoy, los consume el pueblo mexicano.

Origen

Precisamente, una de las bebidas prehispánicas 100% mexicana, que generó el maíz es el Tepache, palabra procedente del náhuatl “tépiatl”, que significa “bebida del maíz” o del náhuatl “tepachoa”, molido o martajado con piedra, se preparaba con agua y algunas hierbas de olor. Los pueblos mesoamericanos lo acostumbraban en cultos religiosos y como ofrenda para sus dioses.

Beneficios

La bebida fermentada de Tepache contiene probióticos que contribuyen a mejorar el proceso digestivo y la flora intestinal. Si lo preparas con piña, esta fruta te aporta gran cantidad de vitaminas, minerales y fibra dietética que provoca sensación de saciedad.

El Tepache es muy popular y puedes encontrarlo en los mercados, las ferias, en bares, donde lo combinan con ron, whisky o vodka; en restaurantes, en las tepacherías, en los puestos de la calle y fuera de las escuelas, se sirven en vasos o en bolsas de plástico.

La tradición de hacerlo con maíz, se conserva en algunos pueblos indígenas como Chihuahua, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Puebla, Sinaloa, Sonora, Baja California, Querétaro, Yucatán Campeche, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Chiapas, Jalisco y Morelos.

Preparación

El Tepache se elabora de manera casera, fermentando la pulpa, el jugo y las cáscaras de las frutas en agua, se puede utilizar manzana, tuna, naranja, guayaba, pero la más popular y preferida es la “piña”, se vierte en barriles “tepacheros”, tapándolos con una tela de cielo, de dos a tres días, da como resultado el riquísimo Tepache, un potente energizante, nutritivo, muy refrescante, con bajo contenido alcohólico 1%, dulce y acidito, se complementa con panela o azúcar para disminuir la acidez o puedes agregarle un poco de agua. Al dejarlo por más tiempo, el Tepache se torna embriagante hasta convertirse en vinagre, con lo cual se pierden los probióticos.

Con el paso del tiempo, sus ingredientes han cambiado, dependiendo de cada región, por ejemplo:

• Los triquis, de acuerdo a sus creencias, disfrutan el tepache en sus fiestas y rituales para estar cerca de Dios, le añaden piloncillo y chile de árbol y en ocasiones, pulque.
• Los chinantecos lo hacen de caña de maíz con corteza de mezquite para lograr efectos alucinógenos.
• En Oaxaca, acostumbran el básico que se elabora con pulque o alguna fruta, en algunas poblaciones, con maíz tostado y fermentarlo con fruta, al final se agrega cebolla rebanada, chile verde, sal de gusano, pulque o alcohol de caña.
• En Jalisco y Nayarit se le agrega clavo, pimienta de Tabasco y canela.
• En Pátzcuaro, Mich. con cáscara de piña, de plátanos, tamarindos, hojas de maíz tostadas, maíz resquebrajado, piña molida, cebada y piloncillo güero. Al final añaden rebanadas de piña, canela y clavos molidos.
• En Comitán, Chis., celebran las fiestas de agosto con tepache.

¿Sabías que…?

Cuando has “metido la pata” o cometiste alguna indiscreción, surge el dicho: “ya regaste el tepache”; como una advertencia se dice: “no vayas a regar el tepache”.